espléndido, espléndido, espléndido

La calidad del desayuno es simplemente espectacular, con opciones deliciosas que llenan el corazón. El personal fue increíble, ofreciéndonos atención excepcional y ayudando con una sonrisa cuando lo necesitábamos. La habitación era encantadora y antigua, ¡un sueño para quienes disfrutamos de la estética clásica!

recomendado 😊❤️

Ideal para disfrutar de una experiencia auténtica

El hotel es precioso, una joya de piedra, ya en la recepción el personal fue muy amable y servicial, haciendo que te sientas como en casa. La experiencia del desayuno en ese elegante comedor fue increíble, con un café bien fuerte y esas vistas al patio antiguo, un gusto de verdad.

No fue barato pero para lo que ofrecen, vale la pena.

Personal atento y desayuno variado.

Desayuno increíble y servicio top

El desayuno fue de lo mejor, con panes recién horneados y opciones ricas. El personal era super amable y nos ayudaron con lo que necesitamos. La única cosa es que las habitaciones eran un poco pequeñas, pero eso no afectó a nuestra experiencia. La ubicación es perfecta para explorar Palma a pie, ¡todo está cerquita!

Maravilloso desayuno con cava incluido.

Encanto histórico, patio interior típico, ubicación ideal en el centro.

Necesitan mejorar el aislamiento acústico!!! Las molestias por el ruido en las habitaciones pueden arruinar la tranquilidad. me sorprendió la falta de ascensor, ¡un inconveniente verdadero para quien necesita ayuda!!!

me encantó el desayuno, con opciones frescas y una variedad que lo hacía especial cada mañana. la habitación era acogedora y bien decorada, lo que hizo que mi visita fuera aún más agradable.

la ducha no funcionó correctamente.

La ubicación del Born era tan fascinante que me sentía como un explorador en una cueva llena de tesoros históricos. Cada mañana, el patio encantador donde se servía el desayuno me daba la energía necesaria para recorrer la ciudad. La Catedral de Mallorca, simplemente a un paseo, era más impresionante que cualquier selfie de vacaciones.

Escaleras empinadas

Vaya, qué delicia ese pan europeo recién horneado! El desayuno era una experiencia que encantaba, con una carta espectacular que hacía difícil decidir. Además, el personal se lució al ofrecernos el desayuno a pesar de llegar después del horario, demostrando su preocupación por el huésped. agradezco mucho el cambio a una habitación más cómoda por mi discapacidad, una atención que me dejó muy impresionado.

La estancia de 4 noches fue muy satisfactoria. A pesar de que el hotel es un edificio histórico con varias escaleras, agradezco sinceramente el cambio a una habitación más accesible, lo cual facilitó mucho mi movilidad. Durante mi visita fui a la Catedral de Mallorca, que está a un corta distancia a pie y es impresionante. Una mención especial para el personal, que fue extremadamente atento y me ofreció ayuda incluso cuando no la había solicitado.

Me alojé en una habitación estándar y la verdad es que era bastante cómoda. Tenía aire acondicionado que funcionaba de maravilla, lo cual fue un alivio con el calor fuera. La decoración tenía ese toque mallorquín que hacía que me sintiera bien al entrar. Aunque el colchón podría ser un poco mejor, dormí bastante bien. Y qué decir del baño, estaba renovado y con buena presión de agua, lo que siempre se agradece.

Wi-fi rápido, pero la habitación era algo pequeña. Personal muy amable y desayuno excelente.

Ubicación espectacular, permitía caminar a todos lados. Personal super amable, siempre dispuesto a ayudar. Lo único fue que la habitación un poco pequeña y también quería un ascensor por las escaleras. Pero la experiencia general fue muy buena, ¡me sentí en casa!

El hotel combina un encanto histórico con un diseño antiguo muy bien conservado, perfectamente en sintonía con su edificación de siglo XVI. La habitación, aunque básica, contaba con un baño reformado que incluía una enorme ducha y un suelo de tarima flotante, dándole un aire acogedor mientras disfrutábamos de una cafetera de cápsulas disponible para el cliente.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que algunas habitaciones pueden resultar oscuras, como la nuestra, ya que las ventanas daban a un depósito, lo que generaba ruidos molestos. La falta de ascensor es otra consideración importante, dado el edificio histórico, y podría ser un inconveniente para algunos. Asimismo, el desayuno ofrecía una variedad limitada, aunque el patio donde se servía era un añadido agradable para empezar el día con calma.